¿Quien es Charlene Richard?
¿Cual es su historia?
En el Centro Médico Nuestra Señora de Lourdes, en Louisiana, Estados Unidos, una niña de 12 años llamada Charlene Marie Richard murió allí de leucemia aguda en agosto de 1959.
Charlene, una de los diez hijos de Joseph Elvin Richard, aparcero, y su esposa, Mary Alice, enfermera a domicilio, era una niña brillante y simpática. Era la capitana del equipo femenino de baloncesto y se enfrentaba a los matones.
Los Richards hablaban francés en casa (el inglés era para la escuela) y, además de las fiestas de verano con sandías y los paseos a caballo, socializaban yendo de casa en casa rezando el rosario. Recibían la Eucaristía en la iglesia de San Eduardo, una iglesia de madera de la época de la Segunda Guerra Mundial cerca de un robledal.
.
Nuestras Noticias
UN POCO DE LO QUE HACEMOS
Nuestros Fundadores.
En primer lugar, nuestro fundador principal, Diacono José Vicente Blanco, Venezolano, quien ha vivido muchos años en Estados Unidos, su misión dentro de la Iglesia, como Diacono, lo dirigió a impulsar la caridad, cierto día abrazó el testimonio de nuestra pequeña Charlene, quien con espíritu contagioso de un carisma divertido y alegre, lo animó a alimentar niños que sufrían en las calles de Venezuela, buscando entre la basura un pequeño trozo de pan para saciar su hambre, específicamente en un pequeño pueblo llamado “El Tigre” María Fernanda y su familia se disponían todas las semanas a preparar alimentos dignos para esos pequeños niños quienes fueron aumentando en gran cantidad y esperando en las esquinas de la ciudad aquel plato de alimento digno y caliente, el cuál momentáneamente los ayudaba a calmar el sufrimiento.
¿Qué hacemos?
Alimentamos el cuerpo y alma de las personas, evangelizamos en lugares de difícil acceso o dentro de nuestras parroquias, colocándonos a la orden de nuestros Párrocos, quienes sientan necesaria la acción misionera de fundación Charlene para apoyar los procesos pastorales de Caridad. Nos enfocamos en niños y jóvenes y personas vulnerables.
Formamos misioneros, capaces de amar y servir, desgastando su vida por evangelio, abrazando y sosteniendo a los más débiles, invitándolos constantemente a alcanzar la santidad desde la sencillez y la confianza en Dios.